Faltan dos semanas para los exámenes finales y Cassy está estresada. Se avecinan tres exámenes y dos trabajos. Recuerda perfectamente que el semestre pasado se pasó horas redactando su trabajo de fin de curso y casi suspende la asignatura. Ahora tiene que escribir no uno, sino dos trabajos, no sabe cómo hacerlo y no tiene tiempo suficiente.
Buscando ayuda en Internet, se encuentra con un anuncio de redacción fantasma. Promete trabajos que garantizan aprobar el curso. Podría ser la solución a todos sus problemas, pero Cassy está preocupada. Nunca ha hecho trampas en un trabajo y sus profesores le han dejado clara su política de tolerancia cero con el plagio y las trampas.
Es difícil calcular cuántos estudiantes recurren a algún tipo de escritura fantasma académica para sus trabajos. Algunas agencias afirman que han prestado sus servicios a miles y miles de estudiantes. Pero, ¿en qué consiste el ghostwriting académico? ¿La escritura fantasma comparable al plagio? ¿Y cuál es el papel de la inteligencia artificial en los nuevos programas de escritura fantasma?
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