Luisa está estudiando un Grado en economía y gestión. Al término de su curso académico, debe entregar un informe a uno de sus profesores para obtener su título. Durante la revisión de su bibliografía, Luisa se da cuenta de que no ha referenciado las fuentes anónimas que utilizó para la redacción de su informe. En consecuencia, Luisa se pregunta si es preciso referenciar estas fuentes anónimas y cómo hacerlo en caso de ser necesario.
¿Qué es una fuente anónima?
Según el Centro Nacional de Recursos Textuales y Léxicos francés, «Una fuente es anónima a partir del momento que se ignora el nombre del autor». No se puede, por lo tanto, identificar la procedencia de la fuente.
En la página web «Las obras anónimas», el Espace Français cita a Antoine-Alexandre Barbier y añade que «sería preciso clasificar también como obras anónimas aquellas que no incluyen el nombre del editor y las traducciones donde el traductor no se ha dado a conocer».
No obstante, una fuente anónima es tan importante como una fuente conocida. Se debe respetar la metodología de las referencias para citar una fuente anónima.
«El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa». Anónimo
«Los amigos son como los taxis, cuando hay mal tiempo escasean». Anónimo
Citas del sitio web Proverbia.net